Rompamos el tabú existente de que la realización de ejercicio físico por parte de nuestros mayores puede poner en peligro su salud. No se debe subestimar la capacidad física de un adulto mayor por norma y sin evaluar el caso concreto, ya que la pérdida de habilidades a lo largo del tiempo no ocurre de la misma forma en personas de la misma edad.
Los beneficios que el deporte aporta a los ancianos son múltiples: mejora la capacidad para el autocuidado, propicia bienestar general, disminuye la ansiedad, el insomnio y la depresión, disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular, hace más efectiva la contracción cardíaca...
Pero debe tenerse claro que no se puede recomendar a una persona de la tercera edad la realización de una actividad que contenga una parte anaerobia, ya que la capacidad para un trabajo anaerobio disminuye un 1% anual a partir de los 25 años.
Os dejo un enlace sobre este tema que me ha parecido muy interesante, es un artículo de Luís F. Heredia Guerra, especialista en Gerontología y Geriatría en el que nos habla de los tipos de ejercicio convenientes, pruebas a realizar antes del inicio de la actividad...
Espero que os guste la entrada, y por qué no, que nos comentéis vuestras opiniones e impresiones!
Imagen obtenida de Google Imágenes |
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