Muchas veces nos acostumbramos a aceptar ideas de forma absoluta, sin ponernos a pensar si son ciertas o no. Comprueba ahora cuánto sabes en realidad sobre tu corazón.
1. Los problemas del corazón son un asunto de personas mayores: no. Aunque los riesgos aumentan con la edad, algunas complicaciones pueden surgir desde la infancia. Los buenos hábitos de salud son un proceso que debe comenzar pronto, llevando una buena dieta y haciendo ejercicio.
2. Las enfermedades cardíacas no afectan a los niños: el corazón de un niño puede verse afectado por condiciones congénitas, infecciones o factores relacionados con el estilo de vida.
3. Las enfermedades cardíacas no afectan a los más fuertes y a los que están en forma: no siempre pasa esto. Cuando se hace ejercicio se obtienen beneficios infinitos, pero, aunque el estar en buena forma física reduce el peso de los factores de riesgo no los elimina.
4. Si tengo el colesterol alto y la presión arterial alta, me sentiría enfermo: error. El colesterol se puede adherir a las paredes de las arterias y bloquear el flujo sanguíneo, pero no siempre pasa esto. El nivel de colesterol debe estar por debajo de los 200 y la presión arterial sobre 120/80. Un control rutinario de estos dos niveles pueden disminuir el riesgo de padecer enfermedades.
5. Los síntomas del infarto son iguales en los hombres que en las mujeres: la probabilidad de padecer un infarto es mayor en los hombres que en las mujeres, debido a los hábitos que tienen. Los síntomas suelen ser más notorios en hombres que en mujeres.
6. Las enfermedades cardíacas son genéticas: no todas. Hay factores de riesgo que se pueden controlar, como la alimentación, el fumar o no, hacer ejercicio y otros que están fuera de tu control, como la edad y las historia familiar. Si tienes antecedentes deberías cuidarte más y vigilar más tu corazón.
7. Las mujeres tienen más probabilidades de morir por cáncer del mama que por infarto: el ictus es la causa principal de muerte en las mujeres, muy por encima que cualquier cáncer.
8. La diabetes no es un factor de riesgo si los niveles de glucosa están bajo control: el mayor logro para un diabético es mantener sus niveles de azúcar lo más normales posibles, pero no es el único. La diabetes causa inflamación que puede dañar los vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas.
Si tienes alguna duda no dudes en acudir a la consulta de tu médico y preguntarle todo lo que necesites saber. Nunca te fíes de lo que dicen por ahí; todo el mundo se equivoca y puede desorientarte. ¡Protege tu corazón!
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